Beneficios de implantar un sistema de Acción Correctiva

lunes, 22 de diciembre de 2014
La acción correctiva es esencial en el proceso de mejora. En el mundo ideal de la calidad no sería necesaria, todos los procesos estarían diseñados de manera preventiva y no habría necesidad de corregirlos más tarde. Obviamente, la realidad no es así y no siempre tenemos tiempo para la prevención. Cuando algo va mal tenemos que introducir mejoras en el proceso para eliminar la causa inicial y prevenir que el problema vuelva a presentarse.

Si dispone de un sistema de acción correctiva podrá afrontar de manera estructurada la tarea larga y peliaguda de resolver problemas. Los principales beneficios que aporta son:

1.- Definir correctamente el problema no es tarea fácil. En ocasiones pasamos directamente a cambiar el proceso sin antes determinar cuál es el problema que causa la no conformidad. Sin especificar qué es lo que realmente falla no podrá impedir que el problema se repita. La extensión y eficacia de la acción correctiva depende de la verdadera identificación de la causa raíz. Existen métodos y herramientas para determinar la causa de la no conformidad, desde una simple tormenta de ideas hasta técnicas complejas para la resolución sistemática de problemas como análisis de causas raíz, diagramas de pescado, “los cinco porqués”, etc.

2.- Este sistema le ayudará a recopilar y analizar los datos necesarios, aprendiendo sobre el proceso, analizando patrones, problemas frecuentes, tendencias, vulnerabilidades y causas asociadas que le dirán qué es lo que no funciona en su proceso.

3.- Dispondrá de criterios homogéneos para evaluar y reportar incidencias, contando con un sistema para comunicarlas. 

4.- Creará un ambiente propicio para la mejora, animando al personal a identificar y reportar con libertad cualquier no conformidad. Todo el personal entenderá de la misma manera el procedimiento.

5.- Las incidencias tendrán un seguimiento apropiado según su influencia y relevancia. Los problemas se resolverán en un tiempo razonable, sin perder en ningún caso parte de su urgencia y evitando que se acumulen sin esperanza de resolverse. El sistema impulsará a la organización al cambio, dedicando una parte de su tiempo, recursos y esfuerzos a la acción correctiva.

6.- Podrá seleccionar de manera adecuada la acción evitando soluciones rápidas o temporales que supongan malgastar seguramente tiempo y dinero. Utilizará listas de ideas y seleccionará la solución en base a tiempo, coste y riesgo. La descripción de acciones será clara, concisa y completa; haciendo referencia con precisión a documentos o procedimientos. No obstante, si es estima conveniente adoptar una corrección inmediata deberá quedar bien documentada .

7.- Implantará la acción correctiva seleccionada estableciendo un seguimiento que asegure la eficacia y evitará que tras el cambio el proceso vuelva al estado inicial. Para dar por finalizada la acción deberá evidenciar que ha sido totalmente implementada, se ha ejecutado en la forma prevista, es eficaz para prevenir que vuelva a ocurrir y no ha creado por si misma problemas distintos. Debe revisar lo que la organización ha hecho, aceptando como evidencia objetiva únicamente el examen directo en el lugar o la revisión de documentación relevante. 

8.- Aplicará un análisis riguroso no solo a la no conformidad localizada sino a todos los procesos y actividades de la organización, ampliando el examen de manera transversal. En este sistema englobará la gestión de no conformidades (que generarán acciones correctivas) no conformidades potenciales (que generarán acciones preventivas) y  propuestas de mejora (que generarán acciones de mejora).


Dispondrá de un programa de mejora eficaz y rico en acciones.


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Resistencia al cambio, principal barrera para la mejora

martes, 9 de diciembre de 2014


El principal motivo por el que la gestión de la calidad no alcanza los resultados esperados es la resistencia o miedo al cambio. Los cambios pueden ser estimulantes o terribles. A las personas les gusta el cambio, pero no les gusta que las cambien. Se trata de un proceso natural de reacción ante lo que perciben como una amenaza por la probable pérdida. Aunque parezca que el cambio les beneficia, se sentirán aterrorizados por la incertidumbre de no saber si van a poder hacerlo bien con el nuevo sistema o si van a perder control sobre su destino. Necesitará un plan para afrontar la resistencia al cambio:

Imagen
Una visión clara es un requisito fundamental para vencer la resistencia al cambio. Todo el personal debe saber hacia donde se dirige durante el cambio y por qué se dirige hacia allí. La gente no solo tiene que hacer cosas, tiene que entender el propósito de lo que hace. Cree una imagen clara y sencilla de hacia donde se dirige su organización. No proponga imágenes conceptuales o abstractas, sea específico y hable sobre su propia organización. La imagen debe ser tangible y concreta. Identifique áreas de su organización que estén haciendo un buen trabajo en calidad de forma que puedan ver de primera mano el resultado a lograr.

Consenso
La visión del cambio se debe basar en valores acordados entre todos. Redacte esos valores. Unos objetivos claros y una adecuada planificación evitarán que el proceso de cambio se convierta en una serie interminable de reuniones. Cuanto más hable sobre el cambio, menor tiempo tendrá para implementarlo. Cuando la información e ideas fluyan a través de la organización las reuniones serán efectivas.

Reconocimiento
El reconocimiento acerca de lo que se ha conseguido refuerza el cambio. Es la manera más eficaz de estimular comportamientos, premiando a aquellas personas que estén mejorando continuamente sus procesos asumiendo riesgos, en lugar de acomodarse al estatus quo que trata de mantener a la gente alejada de los problemas.

Planificación y liderazgo
Antes de desarrollar el cambio los líderes deben aprender. Como modelos de comportamiento, hasta que no practiquen sus valores en el día a día, el resto de la organización ni siquiera se interesará por estos valores. A continuación, deben desarrollar el cambio con el resto de personal para lograr que todos participen. Explique cómo sería su trayecto si convirtiesen esas prácticas recomendadas en norma habitual.

Resistencia a cada nivel
El miedo al cambio se manifiesta en todos los niveles de la organización. El presidente de la compañía ejercerá resistencia  mediante la delegación. Los mandos intermedios serán los más amenazados en su papel de obligar al personal a ejecutar acciones convirtiendo exigencias irracionales del liderazgo. Se les debe prestar, por tanto especial atención. El personal quizá abrazará el cambio con entusiasmo, pero serán los más escépticos sobre el autentico compromiso de la dirección. Cuando una organización tiene una alta participación y es flexible, su disposición al cambio es alta.

Burocracia
Mejorar los procesos a partir de una colección de manuales, documentos y actas de reuniones produce la muerte por asfixia constante. El excesivo papeleo obstruye las arterias de la organización.

Tiempo
El cambio necesita tiempo. Planifique su tiempo y utilice el tiempo planificado. Debe reservar una parte de su tiempo para la mejora. Si no cambiamos, no crecemos. Según Masaaki Imai, autor de Kaizen “Todo el mundo tiene dos tareas. La primera es hacer su trabajo y la segunda es mejorar la forma de hacer su trabajo”.
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Registros: Información para la mejora de la calidad.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Los registros son información registrada que posteriormente será utilizada por otra persona o de la cual se deberá disponer más adelante. El conocimiento de los procesos proviene de la información disponible. Estos datos permiten conocer más sobre el proceso permitiendo actuar a la organización. 

Llevar un registro de nuestras acciones es una manera eficaz de cambiar nuestro comportamiento. Cuando  se registran datos se analiza esta información asegurando de manera efectiva el cambio.

Los registros son una herramienta para la comunicación. Un buen control de registros es fundamental para una buena comunicación del sistema de calidad.

A la hora de establecer registros debe buscar la máxima sencillez asegurando que el proceso de medición no consuma tiempo de su trabajo. Los sistemas informáticos facilitan la captura de datos.

Solo debemos registrar los datos que aporten valor a la organización. Su valor reside en la capacidad para generar acciones de mejora en la organización. Los registros deben conducir hacia el valor que se está creando en la organización, apuntando hacia las acciones necesarias para eliminar problemas del cliente, mejorar el desempeño del proveedor o mejorar el desempeño de los procesos de la organización.

Sin embargo, los datos son solo nombres o números. Por ello, para relacionar datos con mejora continua debemos incluir el análisis de estos datos generando patrones. Los resultados del análisis de datos alimentarán la mejora continua de la organización.  Debe analizarse la información allá donde sea crítica: satisfacción al cliente, desempeño del proveedor, conformidad del producto, y tendencias de procesos o productos. La norma ISO 9001 presenta varios puntos de medición en el sistema de calidad donde debemos registrar sus resultados. En la nota ISO/TC176/N525 se enumeran estos 25 registros que la norma requiere.

Cada vez que anota o registra un incidente, se produce un cambio en su comportamiento al pensar en que es lo que causa el problema en su proceso. Se sorprenderá de las formas que se le presentarán para eliminar el problema.  Aunque al recopilar los datos no es necesario realizar seguramente ni tan siquiera cálculos, debe preguntarse sobre lo que ha provocado la desviación. Esto le motivará para cambiar su proceso y modificar su patrón de comportamiento.

La persona que sufre el problema suele ser la más indicada para recopilar los datos de un proceso. La desviación del proceso debe corregirla el propietario del proceso donde se inicia el problema. Es un error intentar modificar algo en lo que no se puede influir personalmente. El propietario del proceso, independientemente de que sea presidente, operario, vendedor o supervisor, tiene la responsabilidad hacia el resto de los miembros de la organización de corregir el problema.

En ocasiones se confunden referencias y registros. Las referencias son información que existía antes de empezar la actividad, y a la que se remite cuando lleva a cabo una actividad. Los registros, sin embargo, son información creada a medida que lleva a cabo la actividad. Los registros, como vimos anteriormente, son salidas de información de un proceso.

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Contenido mínimo de un Plan de Autoprotección

viernes, 14 de noviembre de 2014
El Plan de Autoprotección se establece para proporcionar una protección eficaz a los empleados, visitantes y personal de contratas, además de a sus instalaciones, equipos y materias en caso de que se produzca una situación de emergencia en el interior de los límites del centro. Tendrá como mínimo el contenido que figura a continuación:

1.- Descripción general
Titulares, emplazamiento, actividad y medio físico en el que se desarrolla. Características constructivas y de ocupación, accesibilidad y vías de evacuación, ubicación de medios externos, además de zonas con sustancias peligrosas.

Planos descriptivos y de situación. Se incluirá el nombre del Director del Plan de Autoprotección y del Director del Plan de actuación de emergencia designado por el titular.

2.- Evaluación de riesgos
Identificación de los riesgos propios de la actividad y riesgos externos que pudieran afectarle, incluyendo descripción y justificación breve de los principios y metodología para la evaluación del riesgo y la identificación de los posibles accidentes susceptibles de activar el plan de autoprotección, indicando sus posibles consecuencias.

Descripción y localización de los elementos, instalaciones o procesos de producción que puedan originar a una situación de emergencia o incidir de manera desfavorable en el desarrollo de la misma.

3.- Medidas y medios de autoprotección
Medios materiales que se dispone para controlar los riesgos detectados, enfrentar situaciones de emergencia y facilitar la intervención de los servicios externos de emergencias, tales como instalaciones de detección, contraincendios, de contención, señalización, etc.

Recursos humanos indicando la dependencia organizativa y los procedimientos de movilización. Se deberá extremar la relación y actualización de los medios efectivos permanentes para la localización del personal responsable y de los recursos externos necesarios, teniendo en cuenta todas las situaciones posibles (jornadas habituales de trabajo, vacaciones, turnos de trabajo y otras posibles variaciones).

Planos de ubicación de los medios de autoprotección, recorridos de evacuación y áreas de confinamiento, reflejando el número de personas a evacuar o confinar por área.

4.- Plan de actuación ante emergencias
Procedimientos organizativos y operativos necesarios para cada una de las hipótesis accidentales que se contemplen en el análisis de riesgo, garantizándose la detección, alerta, alarma, intervención coordinada, refugio, evacuación y socorro. Se incluirán procedimientos específicos para los posibles incendios, explosiones, fugas de gases tóxicos y vertido incontrolado de productos peligrosos.

Clasificación de las emergencias en función del tipo de riesgo, gravedad, ocupación y medios humanos. Se especificarán claramente las condiciones bajo las que puede considerarse la activación de una situación de emergencia, su cambio de clasificación de gravedad y las condiciones para darla por concluida.

Organización para la intervención y la evacuación (Jefe de la emergencia, Jefe de intervención, Equipo de primera y segunda intervención. Misión a desarrollar por diferentes equipos de emergencia en cada suceso que pueda generar una emergencia incluyendo los equipos de seguridad y recursos disponibles. Se designará un centro de coordinación interno y un sistema de localización permanente de los responsables.

Actuaciones para alertar rápidamente del incidente a la autoridad responsable de poner en marcha el Plan de emergencia exterior, así como la notificación de accidentes y aquellas incidencias que puedan provocar alarma social.

5.- Mantenimiento
Plan de mantenimiento preventivo e inspecciones de seguridad reglamentarias en las instalaciones.

6.- Implantación:
Organización y asignación de responsabilidades para la implantación y mantenimiento del plan.

Programa de formación y capacitación en función de las misiones asignadas al personal adscrito a este y todos los trabajadores en general, incluyendo un programa de simulacros con una periodicidad mínima de 3 años.

Integración del plan en el sistema publico de protección civil. Protocolos de notificación de emergencias.

7.- Revisiones del plan:
Mecanismos de revisión del plan, estableciendo los procedimientos para la incorporación de las mejoras tecnológicas, experiencias adquiridas en su implantación y en incidentes ocurridos.

El plan ha de ser redactado y firmado por un técnico competente capacitado para dictaminar sobre aquellos aspectos relacionados con la autoprotección frente a los riesgos a que esté sujeta la actividad, y suscrito igualmente por el titular de la actividad. 
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Pautas para la selección y uso de un EPI. Obligaciones de trabajador y empresario

lunes, 3 de noviembre de 2014
El EPI se singulariza y diversifica técnicamente en función de los diferentes riesgos evaluados. No ofrece una protección genérica, sino particularizada del riesgo laboral, que pueden ser uno o varios. Lógicamente, es necesaria una evaluación previa de los riesgos existentes, como se establece entre las obligaciones generales del empresario.

Después, habrán de compararse las características de los EPI que se ofrecen en el mercado, con los riesgos definidos. No es suficiente la entrega de cualquier EPI, en el mercado existen multitud de modelos o categorías. Debe ser escogido en concordancia con el tipo de protección que debe suministrar al trabajador respondiendo a las condiciones del lugar de trabajo. Debe estar adecuadamente igualmente certificado y aportar el grado de protección máximo posible, asegurando su efectividad siempre que sea instalado y usado en las condiciones y forma recomendada por el fabricante.

A continuación, se habrá de verificar la conformidad del EPI con las características técnicas, teniendo en cuenta comodidad y eficacia. Se debe tener en cuenta las condiciones anatómicas, fisiológicas y de salud del trabajador; de manera que no suponga riesgos adicionales ni molestias. Deben adecuarse al usuario tras los ajustes necesarios.

Debe partirse de la máxima de ha de ser utilizado cuando los riesgos no se pueden evitar o limitar suficientemente por medios técnicos u organizativos que afectan a las medidas colectivas.

Ha de proporcionarse gratuitamente al trabajador, reponiéndolo cuando sea necesario. El coste de las medidas relativas a la SST no debe recaer en modo alguno sobre los trabajadores. El trabajador, tiene obligación de utilizar el EPI facilitado por el empresario siguiendo las instrucciones recibidas de este. El incumplimiento de esta obligación tiene la consideración de incumplimiento laboral sancionable como falta grave o muy grave de acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores.

El empresario, no cumple únicamente con la cesión del EPI, tiene el deber de velar por la protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales. Por tanto, ha de cuidar por el uso efectivo del EPI por el trabajador, imponiendo forzosamente su uso y llevando a cabo una vigilancia razonable.

Es necesario que la empresa informe de manera previa en relación al uso y mantenimiento del EPI, destacando su recomendación de las condiciones de higiene y finalidad del uso personal, aunque por circunstancias puedan ser utilizados por diferentes personas. Facilitará instrucciones preferentemente por escrito, debiendo estar el manual de instrucciones del fabricante a disposición de los trabajadores. El empresario debe garantizar que esta información sea facilitada a los trabajadores en términos que resulten comprensibles para los mismos.

El empresario debe garantizar la formación y en su caso, organizar sesiones de entrenamiento para la utilización del EPI, sobre todo cuando hayan de ser empleados varios simultáneamente.

El trabajador, por su parte, debe mantener adecuadamente el EPI, colocándolo después de su uso junto a la información pertinente en un lugar adecuado en el centro de trabajo, e informando a la empresa de posibles defectos, anomalías o daños.

Las empresas deberán elaborar y mantener a disposición de la autoridad laboral documentación concreta con referencia expresa al material de protección que deba utilizarse, incluido el EPI.
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12 Tips para una inspección de seguridad en máquinas

lunes, 27 de octubre de 2014
La legislación sobre máquinas y equipos de trabajo es amplia y en ocasiones compleja. En muchos casos, no será necesario conocer exhaustivamente todo el entramado normativo. Lo verdaderamente importante es asegurarte de cumplir con las obligaciones que se derivan de dicha normativa de manera que la protección del trabajador esté garantizada.

Para ello, ¿qué debes saber y qué debes hacer?

- Fíjate si la máquina o el equipo dispone de marcado “CE” o declaración de conformidad, donde el fabricante declara que la máquina o equipo comercializado satisface todos los requisitos esenciales de seguridad y salud correspondientes. Las maquinas deben ser intrínsecamente seguras, deben haber sido fabricadas, revisadas y mantenidas de acuerdo a los reglamentos y directivas que le sean de aplicación

- Recuerda que si no lo lleva puede ser porque se compró antes de 1995. En este caso, deberá tener una evaluación específica que indique que cumple con la normativa.

- La evaluación de riesgos de cada puesto debe contemplar los riesgos derivados de la utilización de maquinas y equipos para todos y cada uno de los usos previstos: puesta en marcha, mantenimiento o limpieza. Estos han de ser adecuados al trabajo que debe realizarse y convenientemente adaptados al efecto.

- Debe ponerse a disposición de los trabajadores un manual de instrucciones comprensible de acuerdo a las especificaciones del fabricante. La organización debe asegurarse de que máquinas y equipos se usan para lo que han sido diseñados y de acuerdo a lo establecido en el manual.

- Si la máquina o equipo ha sufrido modificaciones o alteraciones de manera sustancial sobre el funcionamiento previsto, debe disponerse de un nuevo expediente técnico, otro manual de instrucciones y la declaración de conformidad o evaluación.

- Los trabajadores que utilicen la máquina deben recibir información y formación específica suficiente para realizar su tarea de forma segura. La aptitud para realizar un trabajo de forma segura varia con las personas, pero incluso aquellas que parecen más hábiles pueden, cuando dejan de actuar de forma normal, sufrir un accidente. Es necesaria una formación en aspectos tanto teóricos como prácticos, sobre métodos seguros con máquinas que capacite para identificar situaciones de riesgo, seleccionando las medidas de prevención más adecuadas y que permitan  proponer medidas de prevención adicionales.

- Se debe realizar un mantenimiento preventivo de las máquinas y equipos en base al manual de instrucciones. Estas tareas serán realizadas por trabajadores específicamente capacitados.

- Los dispositivos de seguridad deben estar señalizados. Los dispositivos de parada de emergencia deben ser de fácil acceso, teniendo en cuenta los datos antropométricos, biomecánicos y la posible presencia de personas entre dispositivos de protección.

- La protección debe alcanzar no sólo al operador sino a cualquier persona situada en las inmediaciones. La zona de trabajo alrededor de la máquina debe estar despejada, limpia y libre de obstáculos; incluyendo la necesidad de espacios de seguridad adicionales. Desde el puesto de mando el operador pueda asegurarse que no hay personas expuestas en zonas peligrosas.

- La puesta en marcha debe poder efectuar solamente mediante una acción voluntaria, incluso tras una parada de la misma.

- Los trabajadores deben disponer de los EPI necesarios para trabajar con la máquina o el equipo. Para la selección correcta de EPI, se debe tener en cuenta el entorno en que se situé la máquina y lo indicado en el manual de instrucciones.

- Debe asegurarse que el trabajador está protegido de otros riesgos que se derivan del uso de la máquina o el equipo, como ruido, polvo, contacto con sustancias químicas, posibilidad de rotura, proyecciones, etc.

- Los resguardos deben, en la medida de lo posible, construirse con materiales que permitan retener posibles proyecciones. Los resguardos fijos deben estar colocados correctamente. 
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Como elaborar una Evaluación de Riesgos que proporcione confianza a la organización

domingo, 12 de octubre de 2014
La evaluación de riesgos es el primer paso en la gestión preventiva, es la primera obligación para afrontar una postura activa frente a los riesgos laborales. Su consecuencia es la planificación de las medidas preventivas manteniendo un control permanente sobre los riesgos.

Debe existir una metodología que contemple con carácter general e individualizado las características de todos puestos de trabajo, disponiendo de la información necesaria para la toma de decisiones.

No se trata de evaluar como mera obligación formal al inicio de la actividad realizando una simple descripción de los riesgos. El proceso de evaluación debe ser una actividad continua, dinámica y versátil, que mediante un juicio crítico, permita estimar la magnitud de los riesgos.  Puesto que los cambios en los procesos de trabajo son frecuentes, debe ser actualizada permanente, formando parte de la planificación. Debe convertirse en un método dinámico para la detección de nuevos riesgos, como respuesta inmediata ante nuevas condiciones de trabajo.

Deben examinar las características de la actividad o centro de trabajo estableciendo parámetros o puntos de referencia genérica, pero al mismo tiempo deben estudiarse los riesgos de manera individualizada por puesto de trabajo y trabajador como persona con características propias en su aptitud física y profesional.

Para realizar una evaluación de riesgos, se pueden seguir las siguientes pautas:

1.- Planificar: Se ha de definir una metodología, calendario y mecanismos de revisión. El empresario decidirá si la realiza el mismo o para realizarla designa a alguno de sus empleados. Puede recurrir igualmente a servicios externos, opción aconsejable si se precisan conocimientos especializados o se debe enfrentar a cuestiones políticamente delicadas donde una recomendación independiente será posiblemente mejor aceptada por su objetividad. Es recomendable también aprovechar la experiencia y conocimiento de las personas que supervisan directamente el trabajo del personal y de los propios trabajadores.

El procedimiento de evaluación y criterios de valoración deberán consultarse a los representantes de los trabajadores. Su participación en el proceso de evaluación, del que es responsable la empresa, dejará la puerta abierta para su implicación.

2.- Recoger la información: Se deben recopilar todos los datos y toda la documentación útil existente. Se analizará la actividad confeccionando una lista de actividades y de empleados o puestos realizando observaciones mientras el trabajo se está llevando a cabo, comprobando los procedimientos establecidos y recogiendo los datos oportunos sobre el lugar de trabajo, equipos, instalaciones, material, maquinaria, tecnología, herramientas, formación, medidas de control existentes, actividades de alto riesgo, acceso a espacios restringido, etc. No deben pasarse por alto tareas como la limpieza fuera de las horas normales de trabajo o los departamentos auxiliares como el de recogida de basuras.

Se deben analizar los factores psicológicos, sociales y físicos que puedan causar tensión en el lugar de trabajo, así como la organización: trabajo sujeto a modificaciones, repetitivo, estacional, etc.

3.- Identificar los peligros: Se debe estructurar la información disponible para estudiar todos los elementos peligrosos en todos los aspectos del trabajo:
a) Elementos peligrosos, riesgos existentes y modo en que surgen.
b) Interacción de los trabajadores con los materiales utilizados e interacciones entre trabajadores.
c) Pautas de trabajo para identificar el tipo, probabilidad, frecuencia y duración de la exposición a distintos peligros.
d) Relación entre la exposición a un elemento peligroso y sus efectos.
e) Las observaciones deberán compararse con los criterios existentes para garantizar la salud y seguridad: requisitos legales, normas, orientaciones, códigos de prácticas correctas, niveles de exposición a riesgos profesionales, normas específicas del  sector,  instrucciones del fabricante, publicaciones, bases de datos sobre salud y seguridad (HASTE, GESTIS, SAFEPEC), directrices de organismos o institutos nacionales competentes, datos de accidentes e incidentes, manuales, procedimientos operativos, datos de medición o datos anónimos de vigilancia sanitaria.
f) Es fundamental consultar a los trabajadores quienes conocen elementos peligrosos difíciles de descubrir por su naturaleza.

4) Identificar las personas expuestas: Se debe relacionar nominalmente todos los trabajadores que desempeñan un puesto de trabajo objeto de la evaluación, incluyendo grupos de personas con un riesgo especial, para conocer la incidencia de las condiciones de trabajo en su salud. Se pueden agrupar los puestos de trabajo cuyos trabajadores están expuestos a los mismos riesgos.

5) Evaluar los riesgos: Se deberá hallar la magnitud del riesgo en función de criterios objetivos de acuerdo a los condicionamientos técnicos y el consenso de los trabajadores. Habitualmente se valoran como criterios frecuencia de exposición al riesgo, las consecuencias en caso de que éste se concrete y la probabilidad de su desencadenamiento.

En cualquier caso, se deberá incluir la realización de las mediciones, análisis o ensayos que se consideren necesarios (evaluaciones específicas y cualquier tipo de análisis o ensayos necesarios), salvo que se trate de operaciones, actividades o procesos en los que por la apreciación directa del profesional acreditado permita llegar a una conclusión sin necesidad de recurrir a dichos procedimientos.

Habrá que tener en cuenta a la hora de evaluar, la fiabilidad e idoneidad de las medidas de prevención existentes. 

6) Determinar prioridades y decidir las medidas a adoptar: En la mayoría de las situaciones, los riesgos se pueden reducir de diversas maneras. Siempre a la hora de proponer medidas deben tenerse en cuenta los principios de la acción preventiva.

Puesto que los recursos de las empresas son limitados, hay que prestar especial atención viabilidad económica, técnica y operativa. Las prioridades deben ser correctas en función de la gravedad y probabilidad del riesgo, consecuencias del incidente, número de personas que podrían resultar afectadas y el tiempo necesario para adoptar dichas medidas.

7) Registrar y comunicar la evaluación: El registro de los resultados es un instrumento de gran utilidad, al demostrar que todos los riesgos han sido evaluados e indicar los criterios empleados. Lo normal sería considerar que los elementos que no figuren no constituyen motivo de preocupación, aunque su exclusión deberá poder justificarse.

Estarán a disposición de los representantes de los trabajadores y los trabajadores afectados serán informados del resultado y medidas adoptadas referidas a su puesto de trabajo.

8) Aplicar y medir la eficacia de medidas: Se ha de actuar de inmediato en las áreas prioritarias. El seguimiento de las medidas debe garantizar que no disminuye su eficacia. La información obtenida de estas actividades se empleará en la revisión de la evaluación.
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Procedimientos ¿herramienta para controlar al personal?

lunes, 29 de septiembre de 2014
Los procedimientos son herramientas para controlar un proceso y reducir así el riesgo, asegurando que las actividades se realizan de una forma determinada independientemente de quien es la persona responsable de llevarlas a cabo. Los procedimientos no se establecen para controlar al personal. 

Cree un procedimiento si considera que aporta valor a su organización. Los procedimientos no son algo con lo que cumplimos, sino una ayuda o herramienta de apoyo. 

Deben ser guías simples y directas que aseguren el comportamiento coherente en la organización. En la gestión por procesos debemos contar con métodos rápidos y sencillos para alcanzar los objetivos propuestos. Las rutinas simplifican la vida. 

Sin embargo, los procedimientos pueden llevar al borde del desastre a una organización moderna y ágil. Al aumentar la interacción entre personas, aumentan las posibilidades de cometer fallos en la comunicación. Para evitar esto, la gente documenta la información que necesita antes de iniciar un trabajo estableciendo cómo lo llevarán a cabo y cuál será su resultado. Acogiéndose a la religión del procedimiento, aumenta el número y extensión de procedimientos. Se olvidan de que se requerimos un sistema de calidad documentado y no un sistema de documentos. 

Vaya al grano en la redacción y sea exacto. A menudo se puede reducir a la mitad el número de palabras en un procedimiento. No obstante, la extensión en la documentación difiere de una organización a otra por:

- Tamaño de la organización: Cuanta más pequeña sea, menos tendrá que documentar.

- Complejidad de los procesos: Cuanto más intrincadas sean sus interacciones, mayor será el riesgo y más habrá que documentar. A partir del mapa de procesos, puede identificar y evaluar los lugares en los que los procesos conllevan un riesgo más elevado. Ver post Como trazar un Mapa de Procesos y darle utilidad.

- Competencia: Si el personal está bien formado, no necesitará repetir sus habilidades, conocimiento y experiencia en sus documentos.

- Variación en la información suministrada.

Los procedimientos deben ser redactados por las personas implicadas en el desarrollo de los procesos. Son ellos quien mejor conocen las tareas que día a día se llevan a cabo para cumplir los objetivos.

No es necesario ser un escritor técnico para elaborar un procedimiento, si sabe redactar una carta, puede escribir un procedimiento. Empiece con un boceto en el que describa en orden cronológico los pasos principales como, por ejemplo, emitir una orden de compra. Debe capturar lo esencial de la actividad:

- Objetivo: Qué es lo que se va a lograr con el procedimiento; por ejemplo, emitir una orden de compra a un proveedor. Una vez redactado, debe comprobar que el documento lo cumple.

- Referencias: Información a la que se referirá y utilizará; por ejemplo, las listas de proveedores aprobados y listas de precios.

- Registros: Información que capturará y registrará; por ejemplo, precio, fecha de entrega y cantidad.

- Habilidades: Formación, conocimiento y experiencia adquiridos; por ejemplo, formación en el manejo de software.

El procedimiento debe ser escrito pensando en el personal destinatario, evite detalles excesivos y emplee una terminología que resulte familiar. Si incluye en el procedimiento diagramas de flujo aportará una visión global del procedimiento.
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Indicadores: la necesidad de medir

viernes, 12 de septiembre de 2014
No se puede gestionar aquello que no se puede medir. Lo que se mide, se consigue. Para una toma de decisiones eficaz debemos adoptar un enfoque basado en hechos  analizando datos e información.

Los indicadores proporcionan de manera objetiva datos que guían a la organización hacia la consecución de sus objetivos. Proporcionan información sobre la evolución de un área, proceso o parámetro conflictivo para: conocer rendimientos, efectuar comparaciones, establecer valores u objetivos medibles y detectar oportunidades de mejora, conflictos o problemas reales o potenciales. Siguiendo su evolución podemos observar el impacto de los cambios y progresos de acciones correctivas introducidas ejerciendo un mayor control.

Sin embargo, a veces el sistema de medición no es todo lo satisfactorio que debiera y los indicadores no orientan de manera eficaz. Se miden los indicadores que pueden, los que son más cómodos, no los que necesita realmente. Son errores comunes en la definición de indicadores:

- La organización no identifica y establece adecuadamente sus objetivos sobre los que se deben definir los indicadores. Se centra en hacer bien lo que actualmente hace, pero desconoce si esta realizando lo que realmente debería hacer para mejorar su competitividad, en definitiva, su grado de madurez estratégica es débil.

- Pese a contar con una estrategia adecuada al propósito de la organización, no se relacionan indicadores y estrategia. Lo que mides, es decir, los  indicadores de desempeño, no están alineados con los objetivos estratégicos. Posiblemente el valor de referencia marcado se logra pero se observa una pérdida de competitividad.

- Se dispone de indicadores internos que relacionan resultados y objetivos, pero se desconoce la medida de la percepción externa por nuestros clientes acerca de los productos o servicios.

- Un incorrecto despliegue de objetivos a través de la organización, lleva a que el personal no dispone de una visión clara acerca de qué y en qué manera indicadores de menor nivel contribuyen a los de mayor nivel. Los indicadores no forman parte del sentir de cada miembro de la organización y alinean el día a día de la organización con factores críticos y objetivos.

Existen muchos indicadores posibles. Al ser los recursos limitados, debemos seleccionar un número manejable de indicadores que aporten valor a la organización y apoyen en la gestión a cada nivel de responsabilidad. Son factores críticos para la selección de un sistema de indicadores:

- Describir una actividad importante o crítica. Para ello, se deben identificar los factores críticos que contribuyen al éxito. Debe tener un fuerte carácter inductor del éxito estando orientado al logro de objetivos. Debemos localizar las salidas de los procesos, localizar los indicadores inductores de los procesos posteriores, es decir, aquellos que perciban las salidas de los mismos. Deben ser específicos de cada organización.

- Seleccionar aquellos indicadores que nos permitan una mejor gestión. Pese a ser el indicador un dato numérico, la medición debe estar orientada a la gestión y no expresarse como un mero elemento de coste. Si medimos resultados, encontraremos procesos eficaces pero no eficientes. Si medimos sobre la actuación, estaremos orientados hacia el desempeño, mejorando nuestra competitividad e incluyendo medios y recursos empleados para alcanzar objetivos.

- Expresar el objetivo asignado a cada proceso en términos de cliente, midiendo la opinión percibida por el cliente respecto a la calidad del producto, más allá de la calidad objetiva medible y comparable desde un punto de vista técnico. Debemos evaluar la experiencia específica del consumo como medida de la satisfacción del cliente referida  a los requisitos y expectativas (rapidez, fiabilidad, disponibilidad, bajo consumo, amplia garantía) de los clientes con mayor incidencia sobre el resultado final. No debemos olvidar indicadores referidos a requisitos del cliente interno (dirección) para evaluar la competitividad interna de la organización.

- Si no es posible medir la variable o requisito centrando la medida en aquello que se desea contrastar, se deben buscar indicadores indirectos a través de cararacteristicas correlacionadas con la variable o requisito que se desea medir. Debe existir una alta correlación. Siempre debe seleccionarse el indicador de manera que sea lo más representativo posible de la magnitud que se pretende medir.


- Se debe establecer un plan de control para los indicadores garantizando obtener un resultado contrastable al establecer cómo, quién, cuándo y dónde se efectuara la medida. Todos los observadores posibles del indicador deben estar de acuerdo con los resultados obtenidos. Una vez superada la puesta en marcha se realizará periódicamente una validación por los usuarios de la información para comprobar el grado de utilidad. Si no aportan lo suficiente se modificarán, sustituirán o eliminarán.
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Pasos para afrontar un enfoque basado en procesos y obtener resultados eficientes

viernes, 5 de septiembre de 2014
La manera en que se identifican y gestionan los procesos, tiene un gran impacto en la eficiencia de una organización y en su sistema de gestión. La adopción de un enfoque basado en procesos impulsa la mejora estratégica a lo largo de toda la organización gestionando de manera eficiente actividades y recursos como un proceso.

A lo largo de norma ISO9001 se constituyen los fundamentos de un sistema de gestión enfocado a procesos. A lo largo de este post se desarrollan paso por paso estos requisitos:

Paso 1: Identificar procesos (apartado 4.1)
“Se deben identificar los procesos necesarios y su aplicación a través de la organización”. El proceso identificado debe cumplir su definición como “conjunto de actividades relacionadas, repetidas y sistemáticas, mediante las cuales unas entradas se convierten en unas salidas o resultado”.

Es una tarea fundamental y no exenta de dificultad. Para obtener el máximo beneficio del sistema de gestión se debe tener en cuenta el resultado del proceso, preguntándose que sistemática se sigue para poner el producto o servicio a disposición del cliente. Debemos empezar identificando actividades por departamento o puesto. Posteriormente agruparemos estas actividades según finalidades, entradas o salidas comunes de manera homogénea no mezclando niveles macro con micro. Y finalmente listaremos estos procesos.

Paso 2: Documentar procesos (apartado 4.2.1)
“Se debe identificar la documentación, incluidos los registros, necesarios para asegurarse la planificación, operación y control de sus procesos”. En este paso debemos describir lo que hacemos, no lo que nos gustaría hacer.

La documentación es la base para entender y comunicar los procesos, por tanto, determinará la eficacia en la implantación de los procesos. En este paso vamos a encontrar las primeras necesidades e ideas de mejora en el proceso, al facilitar la documentación el análisis exhaustivo de los procesos. En este punto, una perspectiva interfuncional resulta muy interesante.

Paso 3: Relacionar procesos (apartados 4.1 y 4.2.2)
 “Se debe determinar la secuencia e interacción de estos procesos”. Existe una necesidad de contemplar el sistema de gestión como un todo interrelacionado. Para entender la estructura de los procesos es importante comprender como están relacionados. Se debe describir de manera sencilla su secuencia e interacción, centrándonos en cómo funcionan las interacciones más importantes. Es en las interacciones entre procesos donde suelen producirse los problemas. El mapa de procesos es un documento fundamental en la gestión por procesos (ver post “Como trazar un Mapa de Procesos y darle utilidad”).

Paso 4: Planificar y desarrollar los procesos (apartados 7.1 y 7.5.1)
“Se debe planificar y desarrollar los procesos necesarios para la realización de producto”. Las organizaciones deben meditar y planificar todos sus procesos. En la realización de producto se deben estudiar cuales son las actividades de verificación, validación, seguimiento, inspección, ensayo o prueba requeridas; que criterios de aceptación son necesarios; que registros aseguran que los procesos cumplen los requisitos; y cuál es la relación entre las mediciones y los objetivos mensurables de calidad. Se deben establecer controles para que cada proceso se lleve a cabo bajo condiciones controladas.

Al abordar este paso, se debe comprender la diferencia entre gestionar y documentar un sistema. Si bien la documentación de procesos es importante, el desarrollo e implantación de procesos suficientemente eficaces, asegura la obtención de resultados eficientes asignando de manera adecuada recursos e instalaciones en el proceso.

Paso 5: Seguimiento y medición de procesos (apartados 8.2.3 y 8.4)
 “Se deben aplicar métodos apropiados para el seguimiento y medición de los procesos para demostrar la capacidad de los procesos para alcanzar resultados planificados llevando a cabo correcciones y acciones correctivas cuando sea necesario”. Solo se puede gestionar aquello de lo que se dispone evidencia objetiva que confirme un funcionamiento y control eficaz. Es decir, se puede gestionar aquello que se puede medir. 

No es posible realizar seguimiento o medición de todos los procesos o todos los parámetros de los procesos, se debe realizar cuando sea posible o practico, dependiendo del tipo y volumen de la organización, complejidad e interacción de los procesos, o competencia del personal.

Este seguimiento suele realizarse a través de indicadores. Mientras los indicadores de proceso evolucionen correctamente, aseguramos mantener el proceso bajo control. Un proceso será estable cuando presenta una variación normal dentro de unos límites calculados estadísticamente en base a sus resultados históricos. 

Paso 6: Mejorar los procesos (apartados 8.1 y 8.5.1)
“Se deben implementar las acciones necesarias para alcanzar los resultados planificados y la mejora continua de estos procesos”. Gestionar y mejorar de forma continua los procesos constituye el centro del enfoque basado en procesos. Cuando el seguimiento indica que no se están obteniendo los resultados deseados, debemos introducir mejoras en el proceso. La mejora es un proceso continuo, una vez implantamos las acciones de mejora debemos  verificar nuevamente el resultado frente al objetivo. Cuando los indicadores no tienen capacidad de mejora y sea necesario obtener mejores rendimientos en el proceso, se debe plantear reingeniería en el proceso

En la búsqueda de acciones de mejora para aumentar la eficiencia de nuestros procesos no debemos centrar la atención en solicitar más recursos, más personas, mayor tiempo o más dinero. Debemos buscar soluciones creativas. El trabajo en equipo potencia la creatividad. Las decisiones creativas entrañan asumir riesgos. Las prisas, el estrés o la intranquilidad constituyen barreras a la creatividad.


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Huella de Carbono (II): Normas, especificaciones y herramientas para el cálculo

martes, 22 de julio de 2014
Se han desarrollado estándares que garantizan que una tonelada de CO2 sea siempre una tonelada de CO2. Las organizaciones disponen de un indicador de su impacto ambiental permitiendo comparar resultados de manera objetiva.

La verificación del cálculo de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por una tercera parte ofrece mayor credibilidad, garantizando transparencia en la comunicación de su desempeño ambiental.

Mediante un cálculo estandarizado de emisiones en los procesos productivos, las organizaciones pueden establecer un programa de reducción de emisiones.

A continuación se presentan metodologías actualmente empleadas para el cálculo de la Huella de Carbono (HC):

Guías generales: Se trata de normas ISO de carácter general ampliamente aceptadas como guías de referencia. Facilitan el cálculo de la HC asociada a una organización, evento o ciclo de vida de producto o servicio. Si distinguimos entre estas tres posibilidades disponemos de:

a) Organización, proceso o actividad: La norma ISO 14064-1:2012, ofrece un marco para el diseño y gestión de los inventarios de GEI en las organizaciones. Incluye los requisitos para la gestión de la calidad del inventario, determinando límites y requisitos para la cuantificación de emisiones y absorciones de GEI. Establece orientaciones para la identificación de acciones específicas en la mejora de la gestión de GEI. Detalla los requisitos del informe y auditoría interna, así como responsabilidades de la organización en actividades de verificación.

b) Proyecto o eventos: La norma ISO 14064-2:2012 se centra en proyectos de reducción de emisiones o incrementos de absorción. Incluye los requisitos para determinar escenarios de referencia en el proyecto, vigilar e informar sobre los resultados del proyecto proporcionando las bases para su validación. 

c) Productos: La especificación técnica ISO/TS 14067:2013 establece cuales han de ser los principios para la cuantificación y comunicación de la HC durante el ciclo de vida de un producto o servicio. Establece como determinar los límites asociados al ciclo de vida y los requisitos de información para declarar públicamente o comunicar a los consumidores los resultados a través de un informe verificado por tercera parte.

d) Otras guías de referencia:
- En el cálculo de la HC de productos o servicios es necesario realizar de forma transparente un análisis ciclo de vida (ACV) evaluando los aspectos ambientales y potenciales impactos asociados. Las normas ISO 14040:2006 e ISO 14044:2006 describen su aplicación en un amplio rango de posibilidades.
- Para mantener la confianza pública en las declaraciones, se establecen las normas ISO 14066:2012 e ISO 14065: 2012 que definen los requisitos exigibles en equipos y órganos acreditados para validar emisiones.
- En apoyo a organizaciones que aplican la norma ISO 14064-1 para la cuantificación y presentación del informe de emisiones se dispone de la guía ISO/TR 14069:2013. La norma ISO 14064-3:2012 permite validar estas declaraciones por una tercera parte.

Guías específicas: Se trata de metodologías desarrolladas para industrias particulares o países determinados.

a) GHG Protocol: Protocolo internacional muy empleado. Pese a disponer de una metodología muy extensa y complicada es aplicable a cualquier sector incluyendo emisiones indirectas de fuentes que no son propiedad de la organización como actividades de extracción de materias primas y transporte.

b) Normas PAS: Especificaciones públicamente disponibles elaboradas por el British Standards Institution. PAS 2050:2011 asegura que el ACV de productos sea completo, y diferencia dos tipos de ACV: a) Business to Business, que finaliza con la entrega del producto a otra organización; o b) Business to Customer, que considera el ACV completo incluyendo actividades posteriores a la entrega. PAS 2060:2010 asegura la vericidad en las declaraciones sobre Neutralidad de Carbono en productos.

c) Bilan Carbone: Método compatible con la norma ISO 14064.

d) Estándar Carbon Trust: Crea una etiqueta identificativa “Carbon reduction label” que incluye recomendaciones al usuario sobre como reducir el impacto.

Herramientas de cálculo: Se utilizan para estimar las emisiones de GEI en condiciones y sectores muy particulares. Se trata de calculadoras o software profesional que determina los impactos ambientales, sociales y económicos, asociados a un producto o servicio a lo largo de todo su ciclo de vida. Algunas de las más utilizadas son: SIMAPRO, AIRE, COINVENTE, European Platform on Life Cycle Assessment, o ECOit.
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