Particularidades de un Sistema de Gestión Energética que lo distinguen de otros sistemas de gestión

miércoles, 25 de junio de 2014



La energía como elemento clave en cualquier actividad, se ha de percibir como una nueva fuente de gestión, elemento de mejora competitiva, diferenciación e innovación.

Un Sistema de Gestión Energetica (SGEn) aporta conceptos nuevos para la organización al determinar cómo esta contrata su energía, como la consume en sus procesos, cuanto repercute en sus costes, presentando su situación relativa respecto a organizaciones similares. 

Un SGEn contribuye a disminuir el consumo de energía primaria y la dependencia exterior, enfrentándose al reto de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a través de una gestión sistemática de la energía mejorando de manera continua el desempeño energético.

El modelo de gestión energética ISO 50001:2011 no establece requisitos absolutos para el desempeño energético más allá de los compromisos incluidos en la política energética, el cumplimiento de los requisitos legales y la mejora continua. El concepto de desempeño energético comprende: a) el uso o tipo de energía, b) la eficiencia energética o relación entre la energía entregada y usada, y c) el consumo energético o cantidad de energía usada. Cada organización puede elegir, por tanto, como mejorar su desempeño: reducir picos de demanda, utilizar excedentes de energía, mejorar las operaciones de sus sistemas, procesos o equipamiento.

Se trata no obstante, de una herramienta complementaria, compatible e integrable con otros modelos de gestión (ISO 14001, ISO 9001…) Está diseñada para la rápida asimilación de los requisitos generales y la terminología empleada, ya que es similar a otras modalidades de gestión, que pueden estar ya implantadas. Señalar que la norma con la que más similitudes presentan es ISO 14001:2004.

Un SGEn según ISO 50001:2011, contribuye a establecer un proceso de mejora continua basado en el ciclo PHVA (Planificar – Hacer – Verificar – Actuar):

Planificar: El primer paso será identificar exhaustivamente todos los aspectos energéticos de la organización: fuentes, consumos, procesos y otras variables relevantes. Posteriormente, se ha de establecer una sistemática de evaluación para determinar aspectos energéticos significativosFinalmente, se llevará a cabo una revisión energética identificando áreas de consumo energético significativo, con el fin de priorizar las distintas oportunidades de ahorro energético detectadas y proporcionando un punto de referencia. 

Partiendo las oportunidades de mejora establecidas se definirán objetivos, metas y planes de acción energética, incluyendo plazos, responsables, métodos e indicadores de rendimiento energético para el seguimiento del plan. La identificación de indicadores es uno de los elementos clave y diferenciador del resto de sistemas de gestión.

Hacer: La organización ejecutará las oportunidades identificadas en el plan de acción. Se pondrán en marcha sistemas de apoyo como: a) formación e información a empleados, b) documentación de los elementos clave del sistema, c) incluir aspectos energéticos en las fases de diseño, d) establecer criterios para el uso, consumo y eficiencia energética al adquirir productos o equipos que usen energía con impacto significativo en el rendimiento energético, e) establecer procedimientos de control operacional sobre aspectos energéticos significativos sobre los cuales la norma nos obliga. El control operacional es esencial para el funcionamiento del sistema en el día a día de la organización. Cada operación asociada a aspectos energéticos debe realizarse dentro de las condiciones planificadas que permitan una mejora sistemática en la gestión energética.

Verificar: Para garantizar que las actividades realizadas están produciendo los resultados deseados, es esencial realizar una evaluación continua de las características clave del rendimiento energético y de los requisitos legales. Las desviaciones detectadas en el consumo energético real frente al esperado deben documentarse incluyendo causas y posibles medidas de solución.  

Actuar: Finalmente, se tomaran acciones para mejorar de forma continua el desempeño energético y del SGEn. Se establecerá una hoja de ruta o línea de base energética que permitirá definir áreas de uso significativo de la energía e identificar oportunidades para la mejora del desempeño energético. Deben realizarse ajustes de la línea de base energética en base a las necesidades y usos de la energía para adecuar la infraestructura de la organización a cada nueva realidad.

En esencia, un SGEn debe proporcionar una sistemática de trabajo estandarizada orientada a obtener los resultados energéticos planificados. Para ello, una cuestión vital es que el personal se implique de manera activa, evitando que el SGEn suponga una carga adicional de trabajo, formando parte de su pauta de trabajo habitual. Si se consigue esto, el control operacional establecido funcionará, lo que facilitará que el sistema siga rodando.
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Aspectos clave para gestionar el proceso de compras según ISO 9001

miércoles, 18 de junio de 2014
No hay organización que no requiera en su actividad de algún producto ajeno. La gestión adecuada del proceso de compras será clave para mejorar los resultados de nuestra organización.

Los requisitos recogidos en este apartado son seguramente los peor interpretados y asimilados por las organizaciones que implantan ISO 9001. Este apartado de la norma genera multitud de problemas: almacenamiento de materiales inservibles, devolución de productos en mal estado, paros en fábrica por falta de material comprado, etc.

La norma ofrece bastante flexibilidad a la hora de decidir cómo gestionar el proceso de compras valorando criticidad del producto, daño que supone para la organización un posible error del proveedor y capacidad del proveedor para cumplir con los requisitos.

El enfoque basado en procesos refuerza la relación con el proveedor, llevando a este a demostrar su capacidad en el proceso. Para acertar con el proveedor y obtener productos que encajen perfectamente en el proceso de producción, se necesita algo más que una simple inspección en recepción, debemos desarrollar una relación mutuamente beneficiosa con el proveedor.

Antes de efectuar la compra la información de compras debe describir de manera clara, completa y eficaz el producto a comprar. Se validarán los requisitos de compra antes de su envío al proveedor, mediante un proceso sencillo de firma de orden de compra o procesos más complejos con sucesivas etapas de revisión y aprobación. En todo caso, se conservaran evidencias, archivando órdenes de compra, especificaciones de compra, así como los resultados de revisiones.  

Deben definirse las responsabilidades para realizar las compras y comunicar los requisitos de compra al proveedor. El responsable de compras debe disponer de un listado con proveedores homologados para, en el momento de realizar la compra de productos que tengan incidencia en el SGC, asegurar las mejores condiciones de proveer productos conformes. 

Deben determinarse los criterios de selección y calificación en la evaluación continua del desempeño de cada proveedor, examinando su capacidad para satisfacer los requisitos en términos de calidad (número de incidencias), competitividad (relación calidad-precio), fiabilidad en la entrega (retrasos sobre planificado), adaptabilidad a las necesidades (capacidad ante urgencias) y otras consideraciones (infraestructuras, ubicación, política de precios, inspecciones o auditorias al proveedor). 

En esta valoración es útil la participación del personal encargado de las distintas funciones en la organización. Cuando proceda, se tendrán en cuenta comparaciones competitivas de atributos financieros, comerciales y calidad. En el caso de compras puntuales, puede establecerse un procedimiento de selección abreviado manteniendo registros de la selección.

A continuación, se dará peso a cada criterio y en función del resultado se tomarán acciones: retirar la homologación y no trabajar más con un determinado proveedor; exigir se tomen medidas correctivas, se planifiquen y notifiquen por escrito; o advertir al proveedor de los puntos débiles para su mejora en futuras evaluaciones.

La selección y evaluación inicial debe realizarse al implementar el SGC o al incorporar nuevos proveedores incluyendo empresas subcontratadas. Se realizara una reevaluación al menos una vez al año o cuando se detecten no conformidades en la entrega y siempre antes de la revisión del sistema por la dirección. Deben mantenerse evidencias documentadas sobre el seguimiento a acciones correctivas solicitadas a proveedores.

Una vez suministrado el producto destinado a incorporarse en los productos que la organización suministra al cliente se evaluará su aceptabilidad. Se han de llevar a cabo actividades de verificación, más rigurosas cuanto mayor sea la repercusión en la calidad del producto comprado. La intensidad variará desde una simple inspección a la llegada comprobando que bultos y referencias coinciden con el albarán, hasta planes de muestreo, muestreo al 100%, o incluso controles más estrictos en las instalaciones del proveedor o toma de muestras para su análisis en laboratorio.

En ocasiones, se acepta sin más todo proveedor que esté certificado con ISO 9001. Sería bueno que los certificados fueran garantía absoluta de satisfacción con el cliente, pero en algunos casos puede no ser suficiente. 

Deben considerarse igualmente enfoques como la certificación de proveedores o la posible competencia demostrada por el proveedor, de manera manera que no serán necesarias actividades de inspección.

Será necesario mantener registros de la verificación y liberación del producto, así responsabilidades.  

En definitiva, hemos evitar la habitual traducción de los requisitos de la norma en mantener únicamente informes de evaluación a proveedores, donde cada cierto tiempo ponemos nota a los proveedores basándose en criterios de lo más variopinto, registros que a nadie interesan, y que no se utilizan. 
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La Política, primera piedra del Sistema de Gestión

lunes, 2 de junio de 2014

La política es el documento más estratégico del Sistema de Gestión. No se debe iniciar la implantación de un Sistema de Gestión sin hacer de la política la primera piedra del edificio.


En este post se proporcionan consejos para elaborar una política útil para su organización creando el marco adecuado para fijar y revisar sus objetivos

Un enunciado claro y preciso de le ayudará a orientar y dirigir mejor los esfuerzos de la organización, facilitando la colaboración de todo el personal, trabajando en equipo para lograr un mismo objetivo. Desde la política, hasta los resultados, debe haber una unión de esfuerzos alineados. Política y objetivos proporcionarán el punto de referencia para dirigir la organización.

Presente las líneas de actuación que su organización ha puesto en marcha para conseguir el éxito. La política ha de traducirse en resultados, debe por tanto indicar las claves o principios que han de guiar a la organización para su consecución, evite declaraciones retóricas que no tenga realmente la organización en su punto de mira.

Sea concreto y aborde los aspectos esenciales. Hable de la eficacia de los procesos clave para el resultado final y no de todos los procesos. Mójese y diga por aquí: esto es lo importante para nosotros y así vamos a mejorar conseguirlo.

Debe personalizar contemplando el nombre de la empresa y el alcance del Sistema de Gestión teniendo en cuenta las peculiaridades de la organización: productos, área de actividad y empleados. Debe ser apropiada a las necesidades de la organización y de sus clientes considerando también a la competencia. No adopte una política que no pueda llevar a cabo con compromisos inadecuados para su organización. Esto suele ocurrir cuando se inspira en exceso en la de otra empresa.

No servirá de nada crear una política con fines elevados si a la organización le resulta imposible alcanzar dichos fines.

Será igualmente poco probable que pueda llevarse a cabo si no esta correctamente alineada con la política global de la organización.

La política no debería considerarse algo estático, debe evolucionar a medida que la organización, sus clientes y sus productos cambian con el tiempo. La revisión debe realizarse en el momento adecuado. Si metas y objetivos están muy vinculados con la política la revisión debe ser una actividad constante. Puede ser apropiada su revisión en la revisión periódica de la planificación estratégica o en la revisión por la dirección.

La política se expresará formalmente por la alta dirección como encargada de dirigir la nave de las organizaciones dejando así constancia de su implicación. Además debe asegurarse de que es entendida por todos los miembros de la organización, asegurando que es una parte de la formación que se proporciona al personal. Comprender esta supone que todo el mundo conozca su papel a la hora de ponerla en práctica. Es recomendable que las afirmaciones sean lo más sencillas y claras posibles para que cada empleado pueda interpretarlas según su propio criterio y hacerlo correctamente.
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