TPM: Mejora continua hacia la excelencia en el Mantenimiento industrial

lunes, 19 de mayo de 2014
Hemos de conseguir la mejora continua en todos los ámbitos de la organización.

El TPM o Mantenimiento Productivo Total es una herramienta práctica de gestión empresarial que integra un nuevo concepto de mantenimiento industrial en un proyecto de Calidad Total para alcanzar cero averías, cero paradas y cero defectos. Requiere la implicación todas las personas que participan en el proceso productivo.

El objetivo es la excelencia en la gestión del mantenimiento mejorando los costes de explotación del sistema industrial. Identifica mecanismos de mejora analizando problemas para eliminar pérdidas de producción asociadas a la falta de calidad.

Aplicando sobre equipos e instalaciones un Mantenimiento Planificado orientado a eliminar averías, se facilita el desarrollo de un mantenimiento de la calidad sustituyendo comportamientos ineficaces por la práctica de la prevención y el rigor en las tareas evitando fabricar productos de mala calidad.

Un mantenimiento integral basado en actividades de Mantenimiento Preventivo y Predictivo permite mantener adecuadamente los equipos productivos conservando así su estado de referencia. A partir de una gestión temprana de las averías se alarga el ciclo de vida útil de los equipos. Capitalizando todo tipo experiencias relativas a averías en los equipos fiabilizamos también el funcionamiento de estos equipos.

El TPM en una búsqueda permanente por mejorar la eficiencia de los sistemas de productivos, rompe con el sistema de mantenimiento habitual en el que unas personas producen y otras reparan. Mediante actividades de Mantenimiento Autónomo alcanzamos la máxima eficiencia de los recursos implicando a los operadores de las máquinas en el cuidado, limpieza y mantenimiento preventivo. El operario es el que mejor conoce su equipo, por tanto, nadie mejor que él para determinar si su funcionamiento es correcto y detectar posibles averías. Los tiempos de intervención en la reparación de las averías disminuyen y se reducen costes de producción y mantenimiento.

El TPM no significa un aumento de las tareas sino una mayor variedad en las mismas ampliando las habilidades del operario. Supone un enriquecimiento profesional para los operarios que se incorporan a estas tareas aumentando su polivalencia y especialización.

Por otra parte, el operario integrado en determinadas fases del proceso puede reflexionar en ocasiones mejor que nadie sobre los problemas y proponer como atacarles, aportando experiencias en la innovación de procesos a través de sistemas de sugerencias o mediante su participación en actividades de mejora implantadas a través de grupos de mejora continua.

La productividad es el resultado de la mejora continua siendo el motor del progreso económico de la empresa. 
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Las siete claves del éxito en la nueva ISO 14001:2015

lunes, 5 de mayo de 2014
ISO 14001:2004 es todavía válida y las organizaciones aún se beneficiarán de ella. El borrador de la futura revisión de ISO 14001 estará pronto disponible por lo que es el momento de planificar como encajarán estos cambios en su Sistema de Gestión Ambiental.

Una vez se publique la versión definitiva, según lo previsto en el primer semestre del 2015, habrá un período de transición de dos años en el que deberá adaptar su SGA a los nuevos requisitos en las visitas de seguimiento y renovación.  A partir de aproximadamente, el primer semestre del 2016 solo se emitirán certificaciones según la nueva versión ISO 14001:2015.  En el primer año de vigencia podrá elegir a la hora de auditar su SGA entre la versión antigua o la versión nueva.  La fecha límite para actualizar su SGA a la nueva versión será aproximadamente el primer semestre del 2017. Al cambiar de versión se mantendrá la fecha de renovación en su ciclo de certificación.

Las principales novedades de la nueva versión no diferirán demasiado de las recogidas en los siguientes puntos:

1.- Contexto de la organización. Se busca una mayor implicación de los grupos de interés, considerando como parte interesada toda persona u organización que pudiera ser o percibirse afectada por una decisión o actividad desde el punto de vista ambiental. La organización deberá: a) identificar que partes interesadas son relevantes: empleados, accionistas, clientes, subcontratas, proveedores, vecinos, grupos ecologistas, etc;  b) determinar y entender las necesidades y expectativas de estas; y finalmente c) incorporar estos requisitos en la estrategia ambiental de la organización y en el diseño del SGA. Se incorpora el concepto de Responsabilidad Social, según los principios de la norma  ISO 26000, aspecto diferenciador de las organizaciones de enorme actualidad

2.- Liderazgo. La implantación del SGA debe ser una decisión estratégica para la organización. Se espera un liderazgo y compromiso de la alta dirección en la planificación estratégica ambiental, apoyando a las personas claves para el desarrollo del SGA. Se amplían los compromisos a incluir en la política con conceptos más actuales como cambio climático, biodiversidad y uso sostenible de recursos.

3.- Concepto de riesgo y oportunidades. Se enfatiza en que la organización deberá planificar y establecer cuáles son sus riesgos y oportunidades, así como determinar sus objetivos planificando como lograrlos. El análisis y evaluación del riesgo como efecto de la incertidumbre será fundamental. Una organización debe conocerse bien a sí misma y el contexto en el que desarrolla su actividad. Solo así podrá detectar los riesgos que puedan afectarle previniendo y reduciendo posibles efectos no deseados. Se refuerza así el carácter preventivo del SGA. Se unen el concepto riesgo y oportunidad como desviaciones potenciales sobre lo esperado, desviaciones negativas sobre lo esperado y desviaciones positivas respectivamente.

4.- Ciclo de vida y cadena de valor. Acercando posturas al Reglamento EMAS, en la identificación y evaluación de los aspectos ambientales se debe incluir un análisis del ciclo de vida y el control de la cadena de valor. El SGA incluye así procesos anteriores y posteriores a los procesos principales de la cadena de producción. Ello implicará un mayor conocimiento técnico de estos conceptos (ISO 14040) en la implantación real de los SGA.

5.- Control de documentos. Desaparecen los requisitos relacionados con el control de documentos y registros incorporando nuevas tecnologías para la documentación del SGA. Sin embargo, se deberá que seguir controlando la documentación en versión papel.

6.- Evaluación del desempeño ambiental. Se refuerza este proceso debiendo asegurar en cada momento el conocimiento del nivel de cumplimiento para cada objetivo, así como la necesidad de mejoras reales en el desempeño ambiental de la organización. Una vez más, trata de acercarse a planteamientos del Reglamento EMAS, proponiendo un mayor y mejor uso de indicadores en la evaluación del desempeño ambiental. Aproximándose también a su equivalente europeo, se reclama un mayor cumplimiento de la normativa ambiental y otros requisitos voluntarios externos. La organización deberá comunicar el enfoque y mecanismo definido para lograr el cumplimiento legal, profundizando más en como demostrar su compromiso de cumplimiento.

7.- Enfoque a procesos y Mejora continua. Se incluyen estos conceptos, hasta ahora únicamente desarrollados en ISO 9001, en el apartado control operacional. Desaparece el concepto de acción preventiva al enfocarse a la identificación permanente de riesgos y oportunidades de mejora.  La intención del cambio es la búsqueda de un SGA con carácter preventivo, identificando los problemas desde dentro y fuera de la organización.
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