Comunicación, estrategia de gestión en Prevención de Riesgos Laborales

lunes, 23 de marzo de 2015


 La comunicación, aspecto fundamental en la gestión empresarial, cobra especial relevancia en prevención, al afectar a la conducta de los individuos. Favorece la motivación estimulando la participación de todos los integrantes de la organización y logrando la integración de la prevención en cada fase del proceso productivo de forma que esta sea consigna de actuación en todo momento. Una buena comunicación genera confianza aumentando la eficacia de los procesos productivos. Es una característica esencial de organizaciones fuertes. 

Una organización con una buena cultura preventiva debe tener un sistema de comunicación que anime a sus empleados a informar sobre los riesgos y proponer mejoras de las condiciones de trabajo. Debe ser el cauce de participación y diálogo que facilite la implantación de las mejoras en las condiciones de trabajo. 

Sin embargo, en las organizaciones son habituales situaciones de este tipo: 

- Los riesgos son detectados por los trabajadores como personas directamente afectadas por los daños que se puedan producir, pero no tienen la facultad de poder tomar decisiones para subsanarlas. 

- Quienes pueden tomar esas decisiones no tienen conocimiento de la existencia de esas situaciones anómalas. 

- Los trabajadores no son conscientes de la importancia de tales consecuencias nocivas.

La comunicación debe ser el hilo conductor que sirva de enlace entre los procesos y personas que conforman la estructura de la organización. Es necesario disponer de canales de comunicación que garanticen el constante intercambio de información asegurando que esta es transmitida de manera correcta y clara siendo completamente entendida por el destinatario. Sin comunicación eficaz es imposible logar buenos resultados en cualquier proyecto que la organización se plantee. Estos canales darán respuesta a las necesidades de la organización en materia de prevención pero también en otras materias clave para la gestión como el medio ambiente, calidad, etc.

El canal más empleado por su eficacia y rapidez es el correo electrónico. Para determinados puestos que carecen de estos medios, se deben fomentar reuniones periódicas con mandos responsables o comunicaciones escritas. Deben considerarse vías de apoyo a la comunicación como la divulgación en tablones de anuncios, paneles informativos, revistas o muros en la red informática. 

Como solución a carencias tanto de comunicación interna como de implicación es interesante disponer de buzones de sugerencias o promocionar buenas prácticas preventivas con iniciativas como el empleado del mes, día de la seguridad, premios por las mejores propuestas de mejora, así como comunicar y felicitar por los resultados alcanzados.

Es organizaciones con una estructura divisional muy marcada son frecuentes carencias en comunicación horizontal entre departamentos y comunicaciones en sentido ascendente. Cada área gestiona de manera independiente sus actividades y los mandos no fomentan la participación de sus trabajadores. 

En estos casos deben establecerse canales que garanticen la comunicación ascendente de todo el personal de modo que el flujo de información sea bidireccional. Así, los trabajadores informarán de inmediato a su superior y a los trabajadores designados para actividades preventivas, o en su caso al servicio de prevención cuando exista, de cualquier situación que, a su juicio, entrañe un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores. 

Para mejorar la comunicación es importante cuando se producen accidentes no atribuir la culpa a los trabajadores asegurando que no sufrirán consecuencias negativas como resultado de la comunicación. Ahora bien, es recomendable disponer de un sistema de retroalimentación tras los accidentes. La modificación de conducta se consigue por la implicación y no por la imposición de los mandos. 

Es importante también establecer retroalimentación para informar a los empleados de que sus sugerencias han sido revisadas o que tipo de acción se ha emprendido para solucionar un determinado problema. 

En organizaciones con representantes de los trabajadores, es necesario considerar que serán estos los que facilitarán la información a los trabajadores. No obstante, deberá evidenciarse que se han comunicado directamente a cada trabajador los riesgos específicos que afectan a su puesto de trabajo, así como las medidas de protección y prevención aplicables a dichos riesgos.

Asimismo, es conveniente mantener una comunicación con el exterior de la organización y tener la capacidad de recibir y poder dar respuesta a las comunicaciones externas recibidas. Es necesario identificar aquellas partes interesadas externas que puedan tener impacto en la gestión y establecer una prioridad para dar respuesta a las comunicaciones recibidas. Entre ellas, como mínimo, se deben considerar la administración, clientes, contratistas y visitantes al lugar de trabajo. 

Diversos estudios sobre las causas de los accidentes demuestran la importancia de incrementar la percepción de riesgos de los trabajadores. El 96% de los accidentes se producen por actos inseguros de los trabajadores (falta o incorrecto uso de equipos de protección individual, falta de seguimiento de las instrucciones de trabajo, uso de herramientas incorrectas o inadecuadas, falta de orden y limpieza del puesto de trabajo, etc.) y tan solo un 4% son debidos a condiciones o instalaciones inseguras. La percepción de las causas de los accidentes está en su mayoría motivada por factores personales. Una comunicación eficaz permitirá dar a conocer el medio de trabajo y todas las circunstancias que lo rodean, concretándolas en los posibles riesgos, su gravedad y las medidas de protección y prevención adoptadas.

La comunicación no es la panacea, pero es una ayuda importante para seguir avanzando en la prevención redundando en un mejor clima laboral y una mayor implicación del personal.

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