Todos
somos responsables del éxito de las reuniones a las que asistimos. Muchos se
quejan como si se tratase de una situación ajena, sin querer entender que de
alguna manera son participes de su productividad.
Las
reuniones son necesarias. Son un mecanismo que induce a la acción a las
organizaciones impulsando la implicación del equipo y sirviendo como plataforma
para resolver problemas, tomar decisiones, informar y construir confianza
en el proyecto.
¿Es necesaria?
En
ocasiones, se celebran de manera simplemente rutinaria y nadie se atreve a cuestionarlas. Antes de convocarla
debe preguntarse si es posible alcanzar el mismo objetivo por vías que consuman
menor tiempo y dinero. Algunos casos en lo que puede ser la mejor opción una
reunión: a) se requiere el contenido de la reunión una comunicación presencial;
b) es necesario establecer un dialogo donde preguntar, intercambiar información
y evaluarla de manera conjunta; c) es necesaria una puesta en común de lo que
está haciendo cada uno en el proceso para entender como encajan las actividades
o evitar la duplicidad de tareas; d) es necesario resolver conflictos
encontrando el origen y determinando vías para su solución; e) se pretende aumentar
la motivación y cohesión del equipo.
¿Preparan los
asistentes los aspectos clave?
Si
antes de entrar a una reunión cada participante revisa toda la documentación
relacionada y prepara lo necesario para que sus contribuciones sean concretas y eficaces, es
muy probable que todos salgan satisfechos. Deben preparar las intervenciones
para presentar sus aportaciones de manera clara, concreta, ajustada al tiempo
previsto y evitando divagar. Siempre además teniendo en cuenta el contexto y el
papel de cada asistente.
¿Comienza puntualmente?
La
falta de puntualidad degenera en un problema crónico si no se acorta enseguida.
Se debe dejar como máximo un margen de cinco minutos, no más. Contribuirá a
establecer una cultura de respeto al tiempo y a las personas. No se deberían
convocar fuera del horario laboral salvo temas importantes o urgentes.
¿Se desarrollan los temas de
manera ágil y ordenada?
Es
recomendable realizar intervenciones concretas que no se desvíen de los temas
previstos y siguiendo el orden establecido en la agenda tratando en primer
lugar los asuntos más breves y sencillos. Se debe imprimir ritmo y acción para
evitar que el equipo se duerma o divague. Para lograr una reunión ágil y
amistosa lo ideal es que el grupo se modere a sí mismo sin necesidad de conceder
la palabra en las intervenciones.
¿Muestran las
asistentes actitud positiva y un comportamiento asertivo?
Se
debe favorecer el ambiente positivo durante el debate. Las opiniones se deben
expresar manteniendo un equilibrio entre el comportamiento agresivo de quienes
imponen sus ideas a la fuerza, y el comportamiento pasivo de quienes tienen
miedo de no complacer a otros. Se tendrán en cuenta estilos de personalidad y
comunicación de los demás. Saber
discrepar sin reñir es uno de los aspectos más difíciles de la interacción
humana.
¿Se gestiona el grupo de manera
adecuada?
Los
asistentes son individuos, pero muestran un comportamiento propio como miembros
de un grupo, regido por los comportamientos de la dinámica de grupos, de ahí la
complejidad una gestión eficaz de las reuniones. Durante una reunión se ponen de manifiesto las
deficiencias organizativas, por lo que, el éxito de una reunión dependerá de la
capacidad de los asistentes de gestionar a las personas y de su orientación a
resultados.
¿Se evalúan las distintas
opciones negociando compromisos?
En
cada intervención se deben identificar las propuestas. Los participantes deben
potenciar la diversidad de soluciones siendo analíticos para determinar cuál es
la mejor elección. Se
debe colaborar frente a las diferencias de opinión para buscar la mejor
solución teniendo en cuenta los objetivos y remarcando las aportaciones de cada
opción.
¿Se adopta una decisión
conforme al método más adecuado?
Para
concretar los acuerdos se debe utilizar en cada caso el método de decisión más
adecuado. Aunque decisiones democráticas reciben mayor apoyo que las impuestas,
el método de decisión no debe ser necesariamente el consenso. Normalmente, en un
clima de profesionalidad cada uno tiende a asumir sin necesidad de imposición
su responsabilidad en las acciones que le competen.
¿Se resumen conclusiones?
Toda
reunión hay que terminarla, no dejarla morir como ocurre con frecuencia. Se
identificará cuándo el debate ha llegado a un punto en el que se ha aportado
suficiente información para obtener una conclusión y continuar tratándolo no
aporta nada nuevo. En ese punto se debe fomentar la toma de decisiones cerrando
el debate con un breve resumen de las decisiones acordadas.
¿Se evalúa?
Cada
reunión debe ser evaluada, ya que constituye una importante fuente de
información para la mejora continua. Todo aquello que no se evalúa no se puede
mejorar. Se deben identificar todos los aspectos susceptibles de mejorar tanto
a nivel individual como de grupo (funcionamiento, comportamientos, organización
o planificación).
La
evaluación requiere un compromiso con la mejora. No ha de verse como una
crítica. Es una parte del ciclo de mejora que aporta retroalimentación al
proceso. La reunión conduce a una acción que traerá a su vez nuevas reuniones.
¿Se lleva a cabo un
seguimiento a los acuerdos?
Las
acciones sin plazos y responsables no sirven para mucho y se suelen olvidar
perpetuándose en el tiempo. Una de las deficiencias de las reuniones es la
dificultad de llevar a cabo lo que se decide. Es fundamental que el acuerdo se
lleve a la práctica en los plazos establecidos y para garantizarlo se requiere
un seguimiento.
Excelente ponencia, siguiendo los aspectos aquí pautados se harán las reuniones mas eficaces y contribuirán al logro de la mejora continua
ResponderEliminarMuy bien explicado. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias por la participación. Añadiría que otra de las deficiencias comúnmente frecuentes es la dificultad de llevar a cabo lo que se decide. Después de la reunión debe recopilar las ideas y decisiones alcanzadas. Debe analizar cada uno en que le afectan relacionando estas con tus responsabilidades y objetivos. Se debe decidir si quizás será información útil en el futuro.
ResponderEliminarIncreíble artículo para ser eficientes cada vez que tenemos una reunión. Son la base del éxito empresarial por lo que su organización y desarrollo son fundamentales. Por eso, yo apuesto desde hace bastante tiempo por mi secretaria virtual (http://www.secretaria-virtual.es/) para que se encargue de cuadrar las agendas, de elegir el día y la hora más propicias, de reservar el lugar, de apuntar los temas a tratar, etc. y después de hacer análisis y conclusiones.
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